Mucho tiempo ha pasado desde que escribí la última vez, quizás por temor a dejarme llevar demasiado y expresar con palabras, lo que más me gusta, mis sentimientos y que finalmente, lo lea cualquiera.
Han sucedido muchísimas cosas en este último tiempo, mil dudas sin poder ni querer resolver, pero de todo ese embrollo tengo claras dos cosas:
1. Lo mejor del día esa cervecita que me ayuda a desahogarme, a tratar temas trascendentales y no tan trascendentales pero que nos indignan y tratamos de solucionar el mundo en nuestra justa medida. Esa cervecita que nos hace soñar por separado y en conjunto imaginando la vida que nos espera y siendo feliz aunque sea por momentos, mientras que soñamos. Y es que como dice más o menos la letra de "Pignoise" no hace falta estar dormido para soñar.
Y
2. Gracias a la cerveza y a la dueña de la Heineken, veo otras perspectivas sobre mis dudas y además me anima a eso que a nadie más le he dicho. Esta semana empiezo!!!
Mamen